El mejor sistema de tratamiento de agua del mundo, diseñado por biólogos marinos.
El sistema integral Daisy de Dryden Aqua es el fruto de más de 30 años de trabajo de un grupo de biólogos marinos en el campo de la filtración y el tratamiento de agua en delfinarios y otras piscinas con mamíferos marinos. Actualmente más de 100.000 piscinas en todo el mundo integran parte o la totalidad del sistema Daisy en su filtración. Este sistema es un nuevo enfoque en la desinfección y tratamiento de agua para piscinas. En vez de focalizarse en la utilización potentes y costosos sistemas de desinfección como el ozono o UV. Está centrado en modificar la naturaleza del agua de forma que las bacterias y otros parásitos tengan muy difícil su proliferación. Unido a un innovador medio de filtrado, el AFM (Active Filter Media) que sustituye a la arena de los filtros y que impide la proliferación de bacterias y la generación de cloraminas en su interior. El sistema se completa con los mezcladores de potencial Zeta, que hacen cavitar el agua, produciendo nano burbujas que destruyen los microorganismos de forma natural y que debilitan su biofilm protector.
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En estos mezcladores se añaden agentes coagulantes y floculantes que extraen del agua la mayor parte de materia orgánica, obteniendo calidades de filtrado de 0,1 micras y que reducen la demanda de cloro hasta en un 80%. También se utilizan otros agentes de última tecnología como el ACP que consigue aumentar de forma natural el potencial redox del agua hasta en 200mV y preserva el cloro de su degradación por el Sol. Además incluye componentes que eliminan los fosfatos del agua, dejando a las bacterias sin su alimento. El resultado es un agua limpia, cristalina, sin olores, sin subproductos indeseados del cloro y unos costes de explotación reducidos a la mínima expresión. El sistema integral Daisy, es la mejor inversión para piscinas públicas, balnearios o spas con alta tasa se utilización. Es un sistema económico, fácil de implantar y con periodos de amortización de entre 1 y 2 años. Desde A-Kroll, queremos sumarnos a esta nueva forma de tratar el agua, llámenos para concertar una cita y le explicaremos con más detalle cómo implantar el sistema integral Daisy en su actual piscina, balneario o spa. |
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Puede visital la web oficial de Dryden Aqua haciendo click aquí |
El mejor material de filtrado existente
AFM® significa Activated Filter Material. Es un medio de filtrado revolucionario hecho con cristal verde limpio, desarrollado por Dryden Aqua. No hay que confundirlo con el cristal triturado que actualmente se ofrece en el mercado.
El AFM® supera el rendimiento de la arena de sílice o del mejor cristal triturado, filtrando como mínimo un 30% más de materia orgánica. Además es un material bio-resistente y auto-esterilizante, evitando la formación del Biofilm en el lecho filtrante. Esto garantiza que el filtro no será uno de los principales focos de consumo de cloro y generación de cloraminas, tal como sucede en los actuales filtros de arena.
Los filtros con AFM® no consumen cloro y por lo tanto se reduce enormemente la presencia de peligrosos subproductos del cloro como las tri-cloraminas THM's. Esto también se traduce en la eliminación del tradicional "olor a cloro" de las piscinas públicas o cubiertas.
El rendimiento del AFM® se mantiene idéntico a lo largo de los años. Al contrario que los filtros de arena, que después de 6 o 12 meses reducen dramáticamente su rendimiento a pesar de múltiples contralavados.
El AFM® está fabricado bajo la normativa ISO 9001-2008.
Se utiliza únicamente cristal limpio verde, procedente de botellas y sobras de hornos, esto garantiza la pureza del material y las propiedades químicas y físicas ideales para los requerimientos de filtración.
La forma de las partículas de vidrio está meticulosamente estudiada para presentar la mayor superficie de contacto con el agua y a su vez conseguir retener toda la materia en suspensión. Bolas, perlas o escamas no consiguen estos resultados y son fácilmente atravesadas por canales preferentes que se generan dentro de los filtros.
En Enero de 2014, el prestigioso laboratorio francés IFTS (institut de la Filtration et des Techniques Separatives) realizó un estudio comparando el AFM® con la arena de sílice y el resto de vidrios filtrantes del mercado. Los resultados dejaron claro que el AFM® supera con creces a todos sus competidores.
Descargar el archivo del estudio comparativo en Inglés.
Descargar el archivo del estudio comparativo en Castellano.
Sistema exclusivo de activación
El proceso de activación del AFM® genera una superficie meso-posora con una superficie catalítica enorme. Para hacernos una idea, la arena de sílice o el cristal triturado estándar tiene una superficie de contacto con el agua de 3.000m2 por cada 1m3 de medio filtrante. El AFM® tiene una superficie de 1.000.000m2 por m3, lo que supone una superficie 300 veces superior.
El proceso de activación le proporciona una carga negativa conocida como potencian Zeta, que atrae los metales pesados y moléculas orgánicas. En presencia de oxígeno o agentes oxidantes como el cloro, la superficie catalítica genera radicales libres que oxidan los contaminantes y desinfectan la superficie del AFM@
Menor velocidad de filtración, mejor filtración. Así de sencillo.
El AFM® puede operar satisfactoriamente en un amplio rango de velocidades de filtración, pero como en cualquier otro medio filtrante, si reducimos la velocidad de filtración, se mejora enormemente la calidad del filtrado. (no confundir velocidad de filtración en m3/h/m2 con caudal de recirculación o caudal de la bomba en m3/h).
Si modificamos la velocidad de la bomba para obtener velocidades de filtrado de 22m3/h/m2 podremos obtener calidades de filtrado de hasta 5 micras. A los tradicionales 50m3/h/m2 en que operan los filtros de arena actuales, también se obtienen muy buenos resultados y sobre todo tenemos la garantía de que nuestro medio filtrante no se contaminará con biofilm.
Mejores y menos frecuentes lavados. Ahorro de agua garantizado.
El lavado a contracorriente de los filtros es origen de un gran consumo de agua y energía en las piscinas públicas. El AFM® al disponer de 300 veces más superficie filtrante que el resto de materiales del mercado, necesita menos contralavados ya que tarda más tiempo en saturarse y también gracias a sus propiedades fisico-químicas, se desprende mucho más fácilmente de la materia orgánica en cada contralavado, consiguiendo ahorros cercanos al 50% en el consumo de agua de los lavados de los filtros.
ZPM significa Zeta Potential Mixer. Fabricados en Acero inoxidable AISI 316, son elementos pasivos (no tienen piezas móviles) que se encargan de agitar el agua, creando una fuerte turbulencia que llega incluso a hacer cavitar el agua.
Este entorno turbulento es el ideal para añadir agentes coagulantes como el AFP, pero además, este proceso de agitación, rompe la molécula del agua, generando potentes radicales libres que aumentan el poder oxidante del agua en más de 200mV. Generando así un agua auto-desinfectante. El proceso de agitación, también estresa y/o destruye a bacterias o microorganismos como el criptosporidum.
En el ZPM neutraliza la carga eléctrica o Potencial Zeta de los microorganismos y demás materia presente en el agua, convirtiendo algunas en carga positiva y otras en negativa. Esta diferenciación, provoca una atracción natural que causa coagulación y floculación, siendo más facil su retención en el medio filtrante.
Los ZPM son el lugar ideal para añadir los exclusivos agentes coagulantes y floculantes de Dryden Aqua.
APF son las siglas de All Poly Floc. El APF es el producto coagulante/floculante más sofisticado y potente del mercado de la piscina.
La mayor parte del consumo de cloro no es por las partículas en suspensión, sino por los productos químicos disueltos y éstos son realmente difíciles o casi imposibles de retener en el filtro. Es como si tratásemos de extraer la nata de la leche haciéndo pasar esta por un colador. Veríamos que es imposible. En cambio si calentamos la leche y añadimos un poco de zumo de limón (aquí el limón hace de agente coagulante), obtenemos rápidamente la grasa por un lado y el suero por otro, ahora sí que podemos retener la grasa fácilmente con un simple colador.
De la misma manera funciona el APF. Dentro de la turbulencia que producen los ZPM, consigue desestabilizar los productos químicos nocivos disueltos en el agua y generar su coagulación, para así, poder ser retenidos fácilmente en el filtro.
El APF también tiene un efecto floculante, que agrupa pequeñas partículas en suspensión (células de piel, bacterias, parásitos, etc.) para formar una partícula más grande y que pueda ser retenida por el filtro.
Este proceso consigue mejorar la calidad de filtración hasta obtener niveles de retención de 0,1 micras, realmente impensable para un filtro estándar hoy día.
El AFP contiene una cierta cantidad de otro producto excepcional, NoPhos, un eliminador de fosfatos de última generación, que va reduciendo poco a poco los fosfatos en el agua. Los fosfatos son el alimento principal de las algas. Sin fosfatos, no hay algas.
Por todo esto, el APF inyectado en el mezclador ZPM antes del filtro, es una parte esencial del sistema integral Daisy.
ACP significa Oxidación Catalítica Activa. Este porducto único de Dryden Aqua, tiene tres funciones principales:
1. Oxidación mejorada. Consigue que el cloro u otros oxidantes, realicen mejor su trabajo y potencia su eficacia, minimizando el uso de cloro en la piscina.
2. Protege el cloro de la fotólisis. Gran parte del cloro se degrada por la acción fotolítica del los rayos solares. Gracias a su composición en polisilicatos y óxidos metálicos, convierte las ondas cortas UV del Sol en ondas más largas. Esto permite aumentar la vida del cloro en el agua hasta un 300%. Al contrario que los estabilizadores tradicionales como el ácido cianúrico, el ACP amplifica la acción del cloro y no la debilita.
3. Actua como floculante catiónico. Su funcionamiento es sinérgico con el APF ya que uno consigue cargar las partículas con carga negativa y el otro con carga positiva, quedando así atraídas entre si y consiguiendo la mejor floculación posible.
El ACP se dosifica justo después del filtro mediante una bomba peristáltica. a razón de 0,5-1ml por m3 de agua recirculada. También se puede añadir de forma manual a lapiscina a razón de 1 litro por cada 100m3 una vez por semana.
El máximo rendimiento del ACP se observa a las 6-8 semanas de utilización.
El resultado, como siempre es un agua extremadamente cristalina, sin partículas en suspensión, con un alto poder auto-oxidante y con un alto efecto protector del cloro.
Ahorro energético con el uso de variadores de frecuencia para las bombas de recirculación.
Una parte importante del gasto de mantenimiento de una piscina es la electricidad derivada del uso de las bombas de recirculación.
De todos es conocido que cuando hacemos trabajar una bomba a menor frecuencia, por ejemplo a 40Hz, el gasto energético se reduce en un porcentaje aun mayor. Esto se puede utilizar perfectamente en las instalaciones donde tenemos bombas funcionando las 24h del día.
La normativa de piscinas nos dice que tenemos que recircular el total del volumen de la piscina en al menos 4h durante el tiempo de utilización de la piscina (de 8 a 12h). Pero en las siguientes 12 o 16h podemos bajar la velocidad de las bombas para seguir filtrando y a la vez obtener importantes ahorros económicos en la factura eléctrica.
Lo idela sería adquirir una bomba nueva de un caudal mayor al necesario y hacerla trabajar a bajas frecuencias para obtener la velocidad que necesitemos para el filtrado. De esta manera maximizamos el ahorro y la inversión queda amortizada en apenas 1 año.
Pero no solo es interesante este ahorro, sino que cuando reducimos la velocidad de las bombas, mejoramos enormemente la calidad de filtración, así que en las horas de descanso de la piscina (sin bañistas) podemos obtener unas tasas de filtrado increibles, mejorando la calidad de agua a la vez que ahorramos dinero.
Estos variadores de frecuencia nos servirán también para ajustar las velocidades de filtración a 22m3/h/m2 en el sistema integral Daisy y obtener así la mejor filtración posible. Cuando hagamos lavados a los filtros, subiremos la velocidad al máximo.
Un variador de frecuencia en nuestra instalación nos permitirá ajustar el régimen de funcionamiento de la bomba a la necesidad de cada momento, aumentará la vida útil de la bomba y nos ahorrará energía y dinero. Qué está esperando para instalar uno?
Disponemos de variadores monofásicos y trifásicos desde 0,5CV hasta 7,5CV y más.