La verdad es que estamos muy contentos. Yo me he bañado varias veces, cosa que no había hecho antes en los años que vivimos en esta casa.
El jardín ha quedado muy bien, mejor aprovechado imposible.
La persiana negra fue un gran acierto. Llegamos a tener temperatura de bañera, 36º en agosto y ahora, aunque el tiempo no acompaña mucho, mi marido, sigue disfrutando de la piscina.
I.H. (La Moraleja-Madird)